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De niño soñaba con ser un súperhéroe como Spiderman o El Capitán América. Su pasión siempre fue la meditación. Con el paso del tiempo, Érik Calderón Villa, de 33 años, decidió ser policía. Ahora combina su oficio con su pasatiempo favorito: impartir cursos de yoga a sus compañeros de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.
La meta del uniformado es que los cerca de 75 mil elementos de la corporación practiquen yoga para que puedan hacer bien su trabajo y servir a la ciudadanía. Por el momento, sólo se dan cursos en la dirección de policía de proximidad zona sur, ubicado en Coapa, Coyoacán. Asegura que sus conocimientos son a base de libros y videos sobre meditación y artes marciales. “Practico yoga desde que soy niño, desde que tengo 6 años, porque te da equilibrio; te permite equilibrar esta parte del servir a la gente, a la comunidad”, expresó.
Calderón Villa comentó que el yoga logra mantener a los policías en paz y tranquilos consigo mismos.“Si tú estás bien contigo, puedes dedicarte a hacer bien tu trabajo, cuidar y servir a la gente”.
Orgulloso de su actividad, muestra imágenes de una cámara fotográfica donde se observa a elementos de la SSP-DF haciendo algunas posturas de yoga como el padmasana, vrksasana, postura del árbol o utkatasana.
Menciona que no a todos los elementos les gusta practicar meditación, pero en general la respuesta es buena, pues alrededor de mil acceden a que dentro de sus cursos se les den 10 o 15 minutos de yoga.
Algunos elementos se quitan las botas, cachucha y hasta el arma para relajarse completamente. Después se colocan sobre un tapete y frente a ellos, Érik les enseña algunas posturas. Aunque no a todos les salen a la perfección, la mayoría hace el intento por lograr el equilibrio físico y mental.
“Era un policía normal, común y corriente. Ahora estoy en la parte de la capacitación de técnicas y tácticas. El universo me coloco ahí. Hace dos años hice un programa piloto y estuve dando clases gratis en diferentes lugares. Me gusta enseñar a la gente, mis programas son divertidos y trato de meterles 15 minutos de yoga, meditación y un poco de sanación energética”, mencionó.
Érik proviene de una familia humilde. Aunque nació en la Ciudad de México, su infancia y adolescencia la pasó en Guadalajara, donde también fue elemento de seguridad.
Sin embargo, en 2004 regresó al DF y decidió incorporarse a la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, porque le gusta ayudar y cuidar a las personas.
“Cuando era niño soñaba con ser un superhéroe como Spiderman o El Capitán América. El ser policía me acercó al súperhéroe. Cuando fui creciendo me di cuenta de que se necesitaban líderes, gente que hiciera cosas por el bien del país”, mencionó.
Señala que el yoga es muy benéfico en su vida, pues le ha dado herramientas de desarrollo interno, equilibrio personal y conciencia de servicio.
Érik ha dado clases masivas de yoga en la explanada del Zócalo capitalino y las 16 delegaciones, de las cuales en Venustiano Carranza, Benito Juárez y Cuajimalpa no hubo asistencia.
Cuando se le pregunta si tiene que ver que estas dos últimas sean panistas, responde de inmediato: “No me preguntes de política, a mí la política no me importa. En la yoga no hay partidos, no tengo partido político”.
Calderón Villa menciona que su meta como policía es cooperar en la capacitación para introducir a los elementos en programas profesionales, técnicos y tácticos, así como de desarrollo humano.
Silvia Arellano
Referencia bibliográfica
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